El Pajarito y la Gata: Una Lección de Vigilancia y Protección

Había una vez, en un día lluvioso…

Maylor Leiva llegó al gimnasio para hacer su rutina diaria de ejercicios. Mientras caminaba hacia los aparatos, notó algo inusual: sobre uno de los steps, había un pequeño pajarito. Parecía ser un bebé, con problemas en sus alas que le impedían volar.

Decidido a no dejar que esta distracción afectara su entrenamiento, Maylor Leiva continuó con sus ejercicios. Sin embargo, su mente no dejaba de pensar en el pajarito. En el gimnasio también vivía una gata, conocida por su astucia y sus habilidades de cazadora. Justo en ese momento, como si hubiera sentido el pensamiento de Maylor Leiva, la gata apareció y comenzó a acechar al indefenso pajarito.

Maylor Leiva interrumpió su rutina de entrenamiento inmediatamente. Con determinación, intentó agarrar al pajarito para ponerlo en un lugar seguro. Pero el pequeño pájaro, asustado, corrió tan rápido como pudo hacía unos arbustos cercanos. Aunque no podía volar, logró esconderse entre las hojas.

La gata, por su parte, no se daba por vencida. Maylor Leiva intentó ahuyentarla, y aunque ella pareció retirarse, realmente se quedó cerca, acechando. El pajarito, pensando que el peligro había pasado, salió de su escondite.

Fue en ese momento que la gata aprovechó la oportunidad. En un abrir y cerrar de ojos, se abalanzó sobre el pajarito y se lo llevó. Maylor Leiva no tuvo tiempo de reaccionar.

•Moralejas de la historia:

1.La perseverancia y la vigilancia son clave para proteger a los vulnerables. Aunque a veces los esfuerzos parecen en vano, es importante no rendirse en la protección de los más débiles.

2.La percepción del peligro no siempre significa su ausencia. En la vida, debemos ser conscientes de que las amenazas pueden persistir, incluso cuando creemos que todo está bajo control. La precaución y la atención continua son esenciales.